Anarchist. [¿Te rebelas o dejarás que ocurra?] // Capítulo 1

Presentando mi historia es este foro tan guapo xD
Este primer post lo usaré como actualizaciones, y empezaré la historia en el segundo.

Esta novela es de brujas y cazademonios, no es un fic de nigún sitio, es totalmente original. Podéis darme las opiniones que queráis, participar activamente y criticar, sin problema ^^. Es el primer borrador pero tendré en cuenta todas y cada una de vuestras valoraciones. Muchas gracias de antemano!

Espero que os guste muchísimo.

Prólogo

Como cada noche, el pequeño cogía un libro de la estantería y correteaba hacia la salita de estar donde su madre descansaba tras la copiosa cena. Desde hacía algún tiempo, debía compartir a su madre con un bebé llorón y rubicundo que lo molestaba por las noches y se había adueñado del regazo de su madre cuando anteriormente ese trono le pertenecía sólo a él.
La madre lo miró cuando llegó trayendo enorme libro con él, que parecía superarlo incluso en tamaño. Se rió suavemente, mientras acunaba al bebé entre arrullos, y notó como su hijo le echaba una mirada de desprecio al bulto que llevaba en brazos.
- ¿Qué vamos a leer hoy, cariño? – le preguntó con dulce voz a su hijo.
El niño se subió al sofá con gracia, ya que tuvo que hacer un esfuerzo para que sus pequeños bracitos agarraran bien y pudiera subirse. Luego, se sentó cómodamente al lado de su madre, la cual lo rodeó con un brazo en ademán protector. El bebé hizo un ruidito llamando de nuevo la atención de la mujer, que lo miró con una sonrisa amorosa.
- Me has prometido cuidarlo – le recordó ella al niño, que asintió haciendo un mohín con los labios.
Ella se levantó y cantando una suave nana, dejó al pequeño en el moisés. El bebé finalmente parecía haberse dormido, y su hermano mayor sonrió: por fin toda la atención de su madre sería para él, y no habría un mocoso llorón estorbando. Cuando se sentó de nuevo junto a él, lo envolvió en un abrazo y lo sentó en su regazo mientras le besaba el rizoso pelo.
- ¿Y bien? – le preguntó bajando la voz.
Su hijo le mostró el grueso volumen. El título rezaba Historia del Grimoire. La mujer pareció sorprendida.
- ¿De donde has sacado esto? ¿Ya has vuelto a hurgar en el despacho de papá?
- No – mintió él, con cara inocente – Estaba encima de su mesa. Eso no estaba prohibido.
- Eres igual de trolero que tu padre – se rió ella – Además, ¿qué interés tienes tú en historias de brujas?– añadió revolviéndole el pelo.
El pequeño abrió el libro y pareció ponerse a buscar una página. En la ilustración de la misma, un hombre con barba y modelo de sabio los miraba con cierta presunción. Él señaló con el dedo la imagen. Su madre entendió que no sabía lo que era, aunque lo explicara muy bien en la página. Tan sólo tenía tres años.
- Es un santero, corazón. Es un hombre que se dedica a la brujería.
- ¿Un brujo?
- No – disintió ella – Un brujo es un hombre malvado que usa la brujería de mala forma. El santero es bueno, y ayuda a las brujas buenas.
- ¿Por qué papá protege a las brujas?
- Porque los cazademonios son los protectores del mundo mágico, y se encargan de que todo vaya bien, y lo más importante, - apuntó la madre alzando un dedo – que nadie fuera de nuestro mundo sepa lo que somos. Los nacidos no mágicos son personas normales que deben seguir su vida sin preocuparse de los problemas mágicos. Y para que todo funcione, las brujas deben seguir regalando su fuerza y su energía vital. Así el mundo se mantiene sin problemas.
- ¡Yo seré también un guardián de brujas! – exclamó el chiquillo, emocionado – Seré el mejor y el más fuerte, mucho más que papá.
- Serás un buen cazademonios. Tienes un gran espíritu – murmuró la mujer, besándole el pelo, mientras él volvía a rebuscar en el libro. Señaló otro dibujo – La estrella de Klaus…
- ¿Por qué hay estrella como esta en el suelo del desván?
Ella sonrió con tristeza mientras le peinaba con la mano. Los grandes y expresivos ojos de su hijo la miraron con admiración. Era un niño con suerte de tener a una madre tan hermosa, joven y sobre todo, extraordinaria.
- Entiendes demasiado de magia para tener tan sólo tres años – susurró ella, con tristeza.
Lo abrazó con amor, acunándolo entre sus brazos. El niño se acurrucó contra su pecho, satisfecho de esas muestras de cariño. Su madre empezó a entonar la suave nana tan familiar a sus oídos, y él sonrió a gusto mientras pasaba páginas del libro.
Una de las páginas mostraba cinco jóvenes mujeres de bellos rasgos, cabello largo al viento y una forma de vestir muy común en todas, con telas anudadas al pecho y cortas faldas que dejaba ver las esbeltas piernas. Encima de sus cabezas, con una letra caligráfica, ponía:
- B… Bruj… Brujas – balbuceó él, sorprendiendo a su madre.
- Tu primera palabra leída – dijo ella. Se rió entre dientes – Qué curioso.
- Son muy guapas – comentó el niño con la voz teñida de emoción – Algún día quiero conocer una y que sea mi amiga.
- Algún día – repitió la madre con dulzura, y volvió a tararear la nana, ahora entonada para ella misma.

...

cribes fenomenal!!! animo guapa sigueee

k niño mas mono por dios xD

el pequeño se parece a mi...siempre llamando la atencion xP

bueno sgueee xD a ver is te posteo tamb en crepusculo =D

woooooo que way x3!!!!!!!!!!!!!!!!!!

el niño es monisimo!!^^
que way sla primera palabra que leyó fue bruja ^^
k xuli

woo wapa escribes fenomenal

continuare leyendo en crepusculo^^

besikos wapisima tkm!!!!!!!!

tu tambieen estan en el foro de crepusculoo!
me leiii tu historia hace tiempo!!
woo sabees! me encantaaa!
esta muy xulaa.