holaaaa ^^
para dar ejemplo voy a poner mi historia xD
espero k os guste ^^
PROLOGO
Antes de que leáis mi vida, debo advertiros de que no se trata de un maldito cuento de hadas, ni es la invención de un loco ni tampoco la imaginación de un niño aburrido…esto es real…tan real que aún duele…Aclararé que no escribo esto para que la gente deje de odiarme, sino para que tenga razones para hacerlo. Dicho esto…que empiece la pesadilla…mi pesadilla.
Fue una victoria aplastante…Nuestra estrategia pilló a los romanos por sorpresa y logramos avanzar nuestras fronteras, además de haber conseguido un suculento botín. El rey, mi padre, salió a recibirme y me abrazó muy efusivamente.
-Buen trabajo!! –me dijo dándome palmadas en la espalda como si yo fuese de piedra. –esta noche habrá un buen banquete en tu honor.
<< oh…me muero de ganas….qué ilusión…>>-pensé.
Odiaba las fiestas…yo era un Joven bastante tranquilo por lo que estas fiestas se me antojaban interminables y muy muy agobiantes. Le sonreí intentando que no se notaran mis pocas ganas de asistir y entramos en casa. Era una cabaña grande y acogedora, digna de un rey. Llena de cuernos de Reno por todas las paredes y una gran chimenea con fuego que daba calor a la casa. Nuestro clan era próspero gracias a mi padre y su buena mano para llevar el dinero y los recursos; nadie se moría de hambre y la justicia era implacable y férrea, por lo que no había mucha gente que rompiese ninguna norma a no ser que estuviera dispuesto a asumir las nefastas consecuencias. Mi padre me recordaba constantemente que debía casarme y así heredaría todo esto. Era muy pesado respecto a ese tema, yo no solía cortejar a las jovencitas y mi padre se preocupaba hasta el punto de obligarme a tontear con la hija de Arthur, uno de los hombres más ricos y fuertes del clan. Aldana, su hija, no era fea, tenía una cabellera rubia y ondulada que le caía con gracia sobre el pecho, los ojos de un color más claro que el de la miel y para mi gusto, demasiado juntos. Una nariz fina y una boquita pequeña que incitaba deseos de besarla. Tenía un cuerpo fuerte y esbelto…por lo que muchos hombres perdían la cabeza por ella y me maldecían por no amarla “como es debido”. Ella se esforzaba mucho para lograr que la quisiera, pero no lograba demasiado. No me gustaba, era una chica educada para satisfacer plenamente a su marido, por lo que sus conversaciones eran sumamente aburridas…yo quería una mujer que discutiera conmigo…que supiese algo más que lavar la ropa y llevar una piel de zorro al cuello con elegancia. Yo sabia que mi padre tardaba demasiado en decirme que debería pasar la noche con ella…y seguramente me pediría dos cosas:
La primera pedirle la mano delante de todo el pueblo y la segunda consumar la relación…agh! solo de pensarlo me entraban arcadas.
-Hijo…hay algo de lo que debemos hablar.
<<Mierda…lo sabía...me suicido o salgo corriendo?...y si le corto la cabeza?>>-pensaba con desesperación.
Un guerrero nos interrumpió, di gracias a Odín por ello y me escabullí en cuanto pude.
-Señor Alban –dijo quitándose el casco de la cabeza y posándolo en el pecho –los prisioneros…
-Un momento –lo interrumpió mi padre mientras yo me alejaba con delicadeza pero rápidamente – Luego hablaremos hijo!!
Me topé con la hilera de esclavos procedentes de nuestras batallas contra los romanos. A veces me gustaría ser uno de ellos…odiaba mi vida, aunque no tenia motivo alguno para quejarme…vivía envuelto en lujos, era bastante listo y buen guerrero….Cualquier otro joven en mi lugar sería el hombre mas feliz sobre la faz de la tierra…pero yo no, y se me escapaba el motivo. Solo tenía la sensación de que este no era mi lugar. Mi madre sabía de mis ganas de abandonar el mundo, de niño era muy temerario –aunque me tachaban de valeroso – y a base de reprimendas logró asentarme la cabeza….aún así, seguía deseando morir cuanto antes para ir al otro lado junto a los dioses y guerreros valientes...o como nosotros lo llamamos…al Valhalla. Pero de momento no era posible. Suspiré e intenté no mirar hacia los esclavos…me daban lástima. Sin embargo un ruido me hizo volverme hacia la hilera de presos, Una joven había caído y lloraba mientras la azotaban por torpe. No se porqué me dirigí hacia allí y detuve con mi mano el látigo.
-pero señor!! -replicó el hombre que la azotaba.
-Solo se ha caído, no seas cruel.
El guerrero me miró con desdén y obedeció a mi orden, mientras levantaba violentamente a la chica. Los Vikingos solían ser brutos y despiadados…Yo no, y mi hermano tampoco, éramos la excepción que confirmaba la regla.
-trátala bien quieres?
-como una reina no te jode? –respondió cabreado.
Me puse furioso por el comentario…noté como mis músculos se tensaban y mis ojos despedían un odio asesino. El hombre se asustó ante mi mirada pero ya era tarde, mi puño aterrizó con mucha fuerza sobre su cara rompiendo algún que otro hueso y su nariz empezó a sangrar. Pude sentir la mirada de todos, esclavos y hombres de armas clavada en mi, me daba igual…giré sobre mis talones y me marché. La muchacha me gritó algo pero no le di importancia…más que nada porque no lo entendí.
^^ grax p0or leer
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Dom Ene 27, 2008 3:30 pm
